Tosca

 


 Decir que Tosca es una obra refinada y elegante parece una contradicción en términos, pero así es. Se trata de una piezas de las llamadas óperas «veristas», en las que se intentaba reproducir la realidad típica de los lugares en los que se ambientaba la acción. Visto el melodramón que es Tosca, creemos que Puccini no estuvo muy fino y no consiguió su propósito. En esta composición se encuentran algunas de las arias más bellas del repertorio o de las más feas, según a quién preguntes, porque hay gente con gustos muy dispares.

Estamos en 1800 y Napoleón está a punto de ganar la batalla de Marengo. Cavaradossi es un pintor enamorado de Tosca, actriz y cantanta. Él se mete en política y se ve que va a acabar mal, porque le detienen enseguida.

Scarpia, el jefe de la policía de Roma, intenta chantajear a Tosca, ofreciéndole la libertad de su amado si se le entrega (cuatro o cinco veces). Ella finge acceder y Scarpia finge dar órdenes de que los soldados finjan la ejecución de Cavaradossi, pero que no le maten de verdad. Una vez cerrado el fingido trato, Tosca apuñala al policía y sale corriendo hacia dónde está el pelotón de fusilamiento. Le dice a su amado que aguante un rato, que le van a fusilar de mentirijillas; pero el caso es que lo matan de verdad y Tosca se queda con cara de tonta viendo aquello. Como por haber apuñalado al policía, Tosca está en búsqueda y captura, se búsqueda una muralla (se busca una muralla, queremos decir), se sube y muere tirándose al vacío (aunque no cae en el vacío, sino encima del carrito de un vendedor de melones que ofrecía su mercancía en aquel lugar, porque por allí pasaba mucha gente).

 

 

No hay comentarios: