Un magnífico espectáculo que no te puedes perder si vives en Madrid.
Yo suelo llevarme grandes berrinches cuando se ponen en escena obras de mi abuelo, por ese afán de versionar que tienen muchos directores que se creen más geniales que los autores cuyas piezas eligen, pero este caso ha sido la más honrosísima de las excepciones. Pilar Massa —que ha «entendido» perfectamente a Jardiel y cómo hay que hacer su teatro— nos ofrece un montaje exquisito y armado con una precisión matemática en ritmo y matices. Tremendo acierto en el reparto, respeto por el texto original, habilidad en el movimiento, elegancia en el estilo, precisión en la ambientación... Todos los elogios que se pudieran decir serían insuficientes.
Esta comedia fue un gran éxito en su estreno (1942), pero paradójicamente ha sido una de las menos repuestas y casi nadie la conoce. Ahora tenéis una gran ocasión de hacerlo. Si valoráis mi opinión, seguid mi consejo e id a verla enseguida. Si no la valoráis, entonces no sé por qué estáis leyendo esto.
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