RESEÑA
Juan Luis Salcedo Miranda: Miradas de Asia: India, Amazon, 2024, 226 págs.
La cita de Rabindranath Tagore que encabeza el libro le sirve de perfecta síntesis:
¡Despierta, oh, mente mía,
en las playas de la India,
donde se han unido los hombres de todas las razas!
La India ha sido un crisol de pueblos, el punto de encuentro de culturas y sistemas de pensamiento, de gentes que han aprendido la convivencia desde antiguo. «La unidad en la diversidad» es el slogan turístico del país pero sirve también perfectamente como resumen filosófico de su monismo y, a la vez, de la multiplicidad que encierra. Para penetrar y caminar por tan variopinta realidad se necesita al mejor de los guías. El mundo está ahí, aparentemente a nuestro alcance, pero alguien nos lo tiene que describir si queremos entender su esencia. Juan Luis Salcedo cumple a la perfección esta ardua labor de explicarnos una de las civilizaciones más antiguas, más profundas y —lamentablemente— peor conocidas hasta ahora.
En su libro —fruto de numerosos viajes e incontables experiencias personales— nos pone en contacto con ese complicado al tiempo que fascinante lugar. Trata de los diferentes estados —la India es una república federal— y tras el imprescindible repaso histórico que nos permite empezar a entender, pasa a ahondar en la geografía humana, en la esencia antropológica de esa parte del planeta de abrumadora demografía (una de cada cinco personas del planeta es india) y a la que ya no podemos ignorar ni olvidar, pues está avanzando con energía para reclamar su lugar de importancia en el mundo.
Salcedo añade descripciones de sistemas filosóficos, de ritos religiosos, de costumbres regionales, de mitos, de conflictos políticos, de curiosidades humanas. Nos habla del sistema de castas, del budismo y su desarrollo, de la manera en la que el país se ha adaptado a la modernidad. Con un sentido preciso de la medida, nos da lo que necesitamos, no es prolijo, mantiene siempre el interés y juega magistralmente con ese gran recurso artístico (Gracián dixit) que es la variedad.
El autor es, ante todo, un gran «explicador». Sabe hacer sencillas las cosas complicadas, virtud suprema en la escritura, sobre todo en estos momentos de ampulosidad narrativa en que los escritores nos ahogan con una prosa llena de adjetivos innecesarios. Juan Luis Salcedo, sin abandonar su personal estilo. escribe claro y bien, lo que no parece mucho, pero que lo es todo.
El volumen, tercero de una serie que incluye el Tíbet y Nepal —y esperamos que haya futuros libros sobre otros países visitados y examinados—, viene ilustrado por magníficas fotografías (cuya autoría corresponde a Laura y Alejandro Salcedo), en cuyos pies se incluyen hermosas citas de sabios indios de antes y de ahora, desde Siddhartha Gautama a Jawaharlal Nehru.
Esta obra será igualmente útil tanto al lector que ya conozca algo la India como el que se acerque a su cultura por primera vez. Con la humildad que le caracteriza, Juan Luid Salcedo dice que su libro está constituido simplemente por «pinceladas». De ser así, yo consideraría imprescindible especificar que se trata de pinceladas maestras.
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