Ingredientes recomendados para 28 personas
(O más: todo depende de cómo sean de grandes las raciones que les sirvas.)
—500 g. de patatas
—un huevo fresco batido
—otro huevo duro
—un pimiento asado
—50 g. de aceitunas picadas
—una rebanada de pan empapada en leche de vaca gallega o asturiana, en su defecto, siempre que tenga las manchas negras de rigor
—sal
—pimienta blanca
Modo de preparación
Pídele a una gallina que te regale un huevo o cómpraselo si no hay otro remedio. Déjalo en un rincón de tu alacena durante siete u ocho años, hasta que esté duro como una piedra. Luego, con un cuchillo, pícalo, procurando coger el cuchillo por el mango.
Para no molestarte en picar tú mismo las aceitunas y el pimiento, encárgaselo a una empresa de las muchas que se dedican a picarles cosas a las amas de casa vagas. Encontrarás muchas en las Páginas Amarillas.
Mezcla los elementos antes mencionados (menos el cuchillo) con las patatas, el huevo batido y el pan hasta conseguir una masa que no se rebele.
Sálalo a tu gusto o al de un vecino solícito, al que le puedes dar a probar el plato.
Puedes añadir un toque de pimienta blanca o cualquier otra cosa blanca, si a eso vamos. Si le pones cal, que no pase de 100 gramos. Si son trozos de sábana, procura que sean pequeños para no dificultar la digestión.
Empleando tus dos manos y las de cualquier pariente que se preste, envuelve la masa en papel de aluminio, procurando darle forma de okapi. Es conveniente emplear el papel procurando que la masa esté en contacto con la parte más brillante del papel, pero sin que lo toque, aunque adhiriéndolo bien, dejando vacío en medio, pero bien envuelto. En fin: haz lo que te dé la gana.
Introduce la masa en el horno precalentado, donde deberá permanecer durante unos 350 minutos a 20º, creo. En lugar de introducirla en el horno, también la puedes introducir en un mueble zapatero. El sabor no varía.
Sácala y déjala enfriar durante unos minutos antes de fundir el papel de aluminio con un soplete.
Corta el pastel en rodajas o en divertidas figuras poliédricas, si quieres que parezca un plato de nueva cocina vasca.
Este plato debe servirse exclusivamente los lunes, siempre y cuando no sea Pentecostés y a temperatura ambiente, junto con ensalada y un tenedor, para no mancharse las manos.
Puedes añadirle tomate frito o cualquier otra cosa frita. Si usas patatas, estarás cometiendo una redundancia. Si usas hormigas, le darás un sabroso toque oriental. Si usas cucarachas, cerciórate de que no tienen alas.
Obsérvese que este pastel de carne no tiene carne en absoluto, sino patatas. Es una variación que hemos introducido para que el plato nos salga más económico. Sin embargo, sigue conservando su nombre original de pastel de carne. Sólo se requiere que los que se lo vayan a comer tengan un poco de imaginación.
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