Carta al mundo

 


 

(Este mensaje fue hallado en una papelera por la mujer de la limpieza del edificio de las Naciones Unidas, ciudad de Nueva York, en 2007. Lo llevó a su casa y lo guardó como recuerdo en su domicilio. En 2019 un registro policial (su hijo tenía una red de pornografía infantil por Internet) hizo que llegara a las autoridades quienes, a su vez, lo volvieron a tirar a otra papelera. Un trapero estadounidense lo rescató y lo vendió a un amigo mío, que colecciona cosas raras.)

 

«¡Hola, terráqueos!

»Espero que estéis bien, en compañía de los vuestros... en fin, como suele decirse.

»La verdad es que, ¡por Sheldon!, no sé a quién dirigirme. Pero, dada la importancia de lo que voy a decir, supongo que cualquier persona a cuyas manos llegue esta misiva, la entregará a los mandatarios del planeta sin más demora.

»Lamento comunicaros que habéis suspendido. No podemos daros lo que nosotros, en vuestra lengua, denominamos el C.I.P.I.D. (Certificado Interplanetario de Personas Inteligentes y Decentes), imprescindible para acceder a los B.I.E. (Beneficios de la Inteligencia Evolutiva), que prolongan la vida, erradican la enfermedad y aumentan en mil por uno el bienestar de cualquier raza o especie. Este nivel lo gozan en la actualidad los habitantes de muchos planetas en la galaxia. Pero, ¡oh, espacio!, vosotros no.

»La solicitud para el ingreso de la humanidad terrícola en el club de la elite estelar la hicieron, años ha, algunas mentes privilegiadas que tuvisteis, antes de que les torturaseis y les hicierais la vida imposible.

»Yo mismo (mi número de identificación es 756ψ1D6Y76βπ5JH7GφT93) efectué una visita de reconocimiento y —para emplear un peculiar giro de vuestra lengua con la que, como veis, me familiaricé— me las hicisteis pasar canutas (creo que hay otra palabra más efectiva, pero no estoy seguro).

»Como, cuando pasa algo malo, alguien suele tener la culpa, voy a indicaros quiénes contribuisteis a que tuviéramos que efectuar una evaluación negativa.

»En primer lugar, se debió a... (Hay una serie de nombres borrados con típex. Confío en poder averiguarlos algún día).

»Próximamente os remitiré el informe detallado de todos aquellos puntos en los que falláis, sólo como curiosidad, porque no podéis volver a solicitar la admisión. Milenios de estudios nos han enseñado que las tendencias innatas no se pueden cambiar y que, como decís vosotros: «Es mal irremediable la tontería, porque el que tonto nace, tonto se cría».

»Por último he de deciros que antes todos los planetas que no cualificaban para la H.U. (Hermandad Universal) eran rápida y eficazmente invadidos y exterminados sus habitantes. Ahora la práctica habitual es que los dejamos a su libre albedrío y se exterminan ellos solos, lo que nos ahorra tiempo y esfuerzo, aparte de salirnos mucho más barato.

»No obstante, por alguna razón burocrática que se me escapa, se ha decidido aplicaros a vosotros el antiguo sistema. Así es que pronto os vais a enterar de lo que vale un peine galáctico. Tenéis exactamente veinte años a partir de hoy para arreglar vuestros asuntos. Creo que es tiempo suficiente.»

 

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