Los estadounidenses no existen.
O, al menos, los estadounidenses artistas. O, si existen, son muy pocos.
He llegado a esta conclusión tras un detallado análisis de los apellidos de la mayor parte de los nombres de directores de cine (por ejemplo) que han trabajado en los EE.UU. y la deducción de sus países de origen (salvo error u omisión, como suele decirse).
Así tenemos la siguiente lista:
Directores judíos: Woody Allen, John Frankenheimer, Fred Zinnemann, Richard Fleischer, Charles Chaplin, Barry Levinson, Jerry Lewis, Ethan y Joel Cohen, David Cronemberg, Sidney Pollack, Wolfgang Reitherman, Herbert Ross, Norman Jewison, Steven Soderbergh, Steven Spielberg, Mel Brooks (entre otros).
Directores alemanes: Otto Preminger, Fritz Lang, Wolfgang Petersen, Bob Fosse, John Schlesinger, Don Siegel, Erich Von Stronheim, Franklin J. Schafner, Joel Schumacher (entre otros también).
Directores centroeuropeos: Milos Forman, Billy Wilder, Frank Capra, Roman Polanski, Michel Curtiz, Stanley Kramer, Sidney Lumet, Ernest Lubitsch, Peter Weir, Joseph L. Mankiewicz, Preston Sturges, George Cukor (etc.).
Directores italianos: Francis Ford Coppola, Vincente Minnelli, Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Michel Cimino (etc. también).
Directores turcos: Elia Kazan (etc., asimismo).
Podría seguir buscando.
Y si hablamos de actores, la lista se hace interminable.
He aquí unos cuantos nombres verdaderos que nos permiten reconocer la insajoneidad y verdadera oriundez de los interfectos:
Jennifer Aniston — Jennifer Anastassakis
Fred Astaire — Frederick Austerlitz
Eric Bana — Eric Banadinovich
Anne Bancroft — Anna Maria Italiano
Charles Bronson — Charles Buchinski
Mel Brooks — Melvin Kaminsky
Nicholas Cage — Nicholas Coppola
Tony Curtis — Bernard Schwartz
Doris Day — Doris von Kappelhoff
Kirk Douglas — Issur Danielovitch
Greta Garbo — Greta Gustafsson
Rita Hayworth — Margarita Cansino
Danny Kaye — David Kaminsky
Ben Kingsley — Krishna Banji
Peter Lorre — Laszio Lowestein
Karl Malden — Mladen Sekulovich
Walter Matthau — Walter Matuschanskayasky
Dean Martin — Dino Crocetti
Helen Mirren — Ilyena Lydia Vasilievna Mironov
Jack Palance — Walter Palanuik
Edward G. Robinson — Emmanuel Goldemberg
Winona Ryder — Winona Horowitz
Martin Sheen — Ramón Estévez
Raquel Welch — Raquel Tejada
Natalie Wood — Natascha Nikolaevna Gurdin
Y se me dirá: «¡Claro! Eran emigrantes nacionalizados.»
Ahí es donde yo quería llegar. Se pudieron nacionalizar con relativa facilidad, trabajaron en una industria digna, ganaron dinero honradamente, obtuvieron fama y dieron gloria a un país que les acogió.
Nosotros, en España, nos metemos mucho con los Estados Unidos. Nos encanta hacerlo. Y meternos con Hollywood nos gusta especialmente.
Pero ¡a ver cuándo aprendemos un poco de Hollywood y tratamos nosotros bien a los emigrantes que vienen a sacarnos las castañas, ponen nuestros ladrillos, sirven nuestras pizzas, cuidan a nuestros mayores y suben nuestras bombonas de butano!
(¿Han visto ustedes? Un escrito que empezaba pareciendo simplemente una recopilación de curiosidades se convierte de pronto en un panfleto sociopolítico en pro de la inmigración. ¡Lo que son las cosas!)
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