Consejos para comprarse un piso

 


 

          Tanto si se piensa comprar una casa para habitarla uno mismo o para instalar en ella un zulo eficaz, conviene conocer a fondo el lugar donde se halla, para no llevarse luego chascos innecesarios. No nos podemos dejar arrastrar por lo que siempre hemos oído, pues el 70 por ciento de las cosas que se dicen en el mundo son mentiras y el 23 % restante, tonterías. Además, las zonas urbanas y sus servicios mejoran o empeoran con vertiginosidad y en cuanto a las suburbanas, aunque lo parezca, ninguna ciudad-dormitorio es igual a otra, como lo demuestra el hecho de que todas se llaman de manera distinta.

 

CERCANÍA

Una excesiva distancia a nuestro lugar de trabajo puede llegar con el tiempo a ser algo muy perturbador en nuestra vida, por lo que lo más conveniente para la salud es trabajar cerca de casa o, mejor aún, no trabajar en absoluto. Si tenemos pocos hijos, precisaremos de varios colegios a buena distancia. (¡Eh! Esperen. Esta frase no me acaba de convencer. Voy a probar otra vez.) Si tenemos buenos hijos, precisaremos de pocos colegios a varias distancias. (¡Mecachis! Tampoco es así.) Si tenemos varios hijos, precisaremos de buenos colegios a poca distancia. (¡Por fin! ¡Hay que ver lo que ha costado.) Ha de considerarse asimismo la calidad y mantenimiento de las carreteras de acceso. Si son malas o inexistentes, nuestro coche se resentirá. El lugar deberá estar mal comunicado mediante transporte público para que los niños, cuando lleguen tarde a casa, puedan alegar verosímilmente que el autobús se retrasó.

 

SEGURIDAD

El índice de criminalidad es distinto en cada barrio, por lo que conviene investigar si es muy alto en la zona. ¿Cuántos agentes de seguridad están adscritos a ella? ¿Cómo se llaman? ¿Cuánto cobran al mes? ¿Son del Real Madrid o del «Atleti»? ¿Tienen alergia al polen? Todo esto es importante, porque si los policías son alérgicos y estornudan cuando se disponen a efectuar alguna detención, los delincuentes pueden huir tranquilamente. También se dan casos de los que dejan deliberadamente en libertad a los hinchas de su mismo equipo. Hemos de asegurarnos asimismo de que haya parques de bomberos en las cercanías. Y no sólo parques de bomberos, sino también parques para bomberos, puesto que está demostrado que cuando los bomberos juegan a sus anchas y se columpian lo suficiente, se mantienen sanos y más motivados para hacer bien su trabajo. Las casas situadas en las periferias de las barriadas son las preferidas por los ladrones. Las que están pintadas de color salmón, también.

 

COMPRAS

¿Puedo adquirir todo lo que necesito sin largos desplazamientos? Ésta es una pregunta importante si planeamos comprar algún objeto o alimento en los años venideros. Si la hipoteca de la casa va a hacer imposible que compremos absolutamente nada, entonces este apartado de las compras no es importante y nos lo podemos saltar. Por el contrario, si somos compradores en potencia y deseamos pasar de la potencia al acto (como aconseja Aristóteles), habremos de cerciorarnos de que haya tiendas especializadas no muy lejos de nuestro hogar, pues aunque compremos en grandes superficies, el pan, la fruta, la verdura y los imperdibles de tamaño grande suelen ser mejores en los pequeños comercios.

 

SALUD

La cercanía a un centro de salud con un servicio de urgencias es contraproducente. Es mejor vivir muy lejos de los grandes hospitales, sobre todo si resides en una gran capital. La razón es bien sencilla: si tienes cerca un hospital y sufres una urgencia, sucumbirás a la tentación de acudir a él y te harán esperar entre seis y siete horas antes de atenderte, como es lo habitual. Pero si vives lejos del hospital, te plantearás acudir al hospital de otra capital de provincia cercana, donde te atenderán enseguida, con lo que ahorrarás varias horas. Si estás en el centro de Madrid, por ejemplo, es más practico, ante una urgencia, irse al hospital de Guadalajara. En una hora estarás allí y te atenderán en quince minutos. También lo es la proximidad a una farmacia, preferiblemente de las abiertas 24 horas. Si tienes cerca de tu casa una de esas otras que están cerradas 24 horas, la eficacia no es la misma, aunque ahorrarás dinero y eso siempre viene bien.

 

TRANQUILIDAD

Los vecinos de algunas viviendas de barrios supuestamente buen situados sufren por el tráfico y por el ruido de las discotecas y las terrazas de los bares en su proximidad. Lo mismo sucede con las viviendas supuestamente mal situadas. Y también con todas las demás viviendas. Así que este apartado sobra, porque no hay medio de escapar del ruido de los coches. Ya decía el poeta romano Juvenal que, para escapar del ruido de los carros de Roma, hacía falta mucho dinero (esto es: una villa en el campo). La proximidad de aeropuertos puede restar todo valor a una vivienda. Y si la vivienda está en medio de la pista de aterrizaje, tendrás, asimismo, problemas legales con las autoridades aereopuertuarias.

 

SIGNOS NEGATIVOS

Hay una respetable cantidad de indicadores externos que nos hablan mal de la zona y de su mantenimiento: coches abandonados, peñas futbolísticas, locales comerciales sin alquilar, insuficiencia de los contenedores de basura, mala puntería de los usuarios de los contenedores de basura, ausencia eventual de los contenedores de basura, ignorancia por parte de los vecinos de qué son o en qué consisten los contenedores de basura, ahorro municipal basado en la ignorancia de los vecinos de su derecho a tener contenedores de basura, etc.

 

SIGNOS POSITIVOS

Las fincas remodeladas nos indican que sus dueños están contentos con la zona y que, además, tienen una pasta gansa. Como las pastas gansas de este mundo sólo se consiguen mediante el comercio con a) personas, b) drogas, y c) armas, ya sabes que vivirás en medio de la crema social.

 

CÓMO EVALUAR EL LUGAR

Algunos agentes inmobiliarios sin escrúpulos pueden mentirnos, en su afán de que compremos o alquilemos un piso. Hay que buscar a esos agentes inmobiliarios a los que su religión les prohíba mentir (en algún mandamiento, por ejemplo) y fiarnos de ellos por completo. También podemos preguntar directamente a los tenderos y camareros de la zona, pero hemos de tener cuidado con qué les preguntamos, porque si les preguntamos la hora o a qué día estamos hoy, la respuesta que nos den no será de mucha ayuda para elegir vivienda. Tampoco debemos visitar sólo una vez el lugar elegido. Hagámoslo en un día laborable y durante el fin de semana. Y también por la noche. Y antes y después de que llueva, para ver si la casa se desintegra o sigue ahí, total o parcialmente. Sólo así conoceremos cómo es en realidad el sitio elegido para pasar el resto de nuestra vida. Y para morirnos en él, cuando llegue el momento. (Este pensamiento casi hace que se nos quite de la cabeza la idea de comprar nada. ¿No les sucede a ustedes lo mismo?)

 

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