El mantenimiento de tu frigorífico

 



          ¿Tienes frigorífico?

¿Quieres mantenerlo?

Entonces más te vale que atiendas a los consejos que te doy y los obedezcas.

Primero habrás de preguntarte si tu frigorífico necesita ser mantenido. Si desde que lo compraste no lo has enchufado ni una sola vez, puede que no necesite que le hagas nada y te ahorrarás leer este escrito.

Si ni siquiera lo has desembalado y sigue metido en su caja de cartón, te recomendamos que no lo toques y sigas bajando a desayunar al bar.

En caso de que se forme hielo en las paredes interiores, puedes eliminarlo con un soplete. Esto es muy eficaz.

La superficie se limpia con vinagre. La proporción es de 3 mililitros de vinagre por cada centímetro cúbico. Mide bien la superficie de las paredes (no te olvides de la puerta) y manda las medidas a la NASA para que te calculen cuánto vinagre necesitarás.

El congelador se limpia arrojándole un cubo de lejía caliente. No saques los alimentos antes de hacerlo: podrían descongelarse y estropearse. Tenlos bien envueltos, que la lejía que les caiga encima ya se secará.

Si tu nevera se pone de colores es mal síntoma, aunque hay matices. Por ejemplo: el moho verde es más dañino que otros. Si los alimentos se ponen amarillos no pasa nada; pero si se ponen verdes, procura que no pasen del verde manzana, aunque algunos estómagos toleran hasta el verde hoja. El verde botella es nocivo para todos. Rojo, es que falla el motor. Si lo ves azul, cómprate un contador Geiger.

Algunas neveras tienen patas y se van. Debes cuidarlas bien y procurar que estén a gusto en la casa. Llámalas por su nombre: esto hace que se sientan integradas en la familia.


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