Galanes que enamoran

 

 

(Pequeño estudio sobre la psicología femenina, tema sobre el que nadie sabe ni jota.)

Queridísimas y seguro que guapísimas lectoras:

          Sois raras, reconocedlo. Las mujeres sois raras. Encantadoras, pero raras en vuestros gustos sexuales.

          Para esta afirmación me baso en los galanes cinematográficos a los que tradicionalmente habéis distinguido con vuestra atención, al prototipo de hombre que os ha hecho tilín, desde el siglo I d. L. (después de Lumière).

          Hablaré de ellos como si de un género aparte se tratase, porque no consigo identificarme con ninguno de ellos ni por el forro.

 

Rodolfo Valentino

          Que no se arruinó comprando maquillaje, porque se lo suministraba gratis el estudio. Toda una generación de mujeres enamorada de un galán con los labios pintados de color rojo guinda. Suicidios por amor. Un mal actor que alcanzó el estrellato tan sólo con media docena de películas. Un cursi posón (que posaba mucho, vamos). El inventor de la metrosexualidad, por decirlo finamente.

 

Cary Grant

          Le llamaban en la profesión «el hombre de hielo». Los directores se negaban a trabajar con él y, cuando se veían obligados a hacerlo, se tiraban de los pelos, porque el tipo era totalmente incapaz de expresar nada en absoluto. Estuviera seduciendo a la de turno o huyendo de los gangsters, siempre tenía la misma expresión inocua, porque consideraba que cualquier gesto de su rostro aminoraría su belleza. Pero tenía a muchas chicas completamente loquitas.

 

Humphrey Bogart

          Este señor también enamoró a muchas, pese a ser feo con ganas (con muchas ganas, casi se podría decir que con verdadera ansia). Como la honestidad de las féminas les impedía decir que era guapo, se inventaron para él el calificativo de «interesante». Bogart era interesante. (¿Qué demontres quiere decir eso? Cualquiera que haya leído su biografía sabe que era un tipo de lo más normalito: le gustaba ganar dinero, beber whisky y jugar al póker los sábados por la noche. No tenía ninguna vida secreta, que se sepa, ni hizo nada especial, ni con su fama ni con sus millones, salvo mandarse construir una piscina. ¡Y anda que no hay cosas apasionantes y originales que hacer en este mundo si tienes millones...!) Pero, sin embargo, para vosotras era «interesante». ¡Tiene narices la cosa!

         

Rock Hudson

          Éste sí era guapo... a más de otras cosas, que sólo se supieron más tarde, pero que todos los hombres intuíamos. No obstante, las mujeres parecéis carecer de esa capacidad de reconocer lo obvio. Esto ha dado lugar siempre a infelicidad, a matrimonios frustrados y a sorpresas indecibles cuando el marido abandonaba el domicilio conyugal para irse a vivir con el cartero.

 

Victor Mature

          El prototipo y antecesor del actual guaperas cachas (porque «guapo cacheras» no se puede decir), antecesor de los Schwarzeneggers. También gustó mucho a las hembras en su momento. No puedo decir sobre él nada que supere a lo que afirmó el maestro Groucho en su autobiografía Groucho y yo: «Me niego a ver cualquier película en la que el galán [Mature] tenga los senos más desarrollados que la mujer protagonista.»

 

Brad Pitt

          Lo siento si hiero alguna sensibilidad, pero este galán directamente tiene cara de mono.

 

Sin embargo, actores buenos y no especialmente mal parecidos, como Spencer Tracy, Gary Cooper o Steve McQueen nunca han gustado en demasía.

          Vosotras sabréis el porqué, ya que yo no atino a explicármelo.

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