Romançe del godo Fredo

 


Godo Fredo, godo Fredo,

ome como tú non ha:

astuto como Davit

e bruto como Goliat.

Con tu arroxo e tu valor

domennaste una çibdat

syn que al tu lado ome oviesse,

con el sólo tu esforçar.

El godo Fredo, en su tyenda

de campamento se está;

ha comido los garbanços,

agora bebe cognac.

Allí arriva un alfaquí

para un avisso le dar

del moro de un grand castiello

con el que ha enemistat;

porque el moro, que es el amo

de aquese espaçio do está

la tyenda del godo Fredo,

el alquyler quier’ alçar.

Desta manera le dize,

byen oyréis lo que dirá:

«¡Oh, godo Fredo, famoso

por la tu tacañedat!

Yo digo que de oy non passa

syn que acabes de pagar.

Sy non pagas lo que debes

meterte abrás en lyo tal

que nos maldigas, e al fyn

te avremos de desauçiar.»

El buen Fredo escucha todo,

luego fuele a contestar:

«Tu sennor sobre la rrenta

darme la lata non ha,

que yo, quando me pluguiere

puedo su cibdat tomar.»

«Tu amenaça, godo Fredo

muy grandes rrysas me da.»

«El xueves, en la tu villa

non quedará entero un bar.»

Ya se marcha el enbiado

el rreto a comunycar.

Pensativo, el godo Fredo

pulgas le quita a su can.

A la mañana seguiente

tras reçio dessayunar,

se ha subido al su cavallo,

espoleádolo ha.

Como el godo Fredo sabe

que aquel sennor musulmán

trybutario es de otro rreyno

ha discorrido aquest plan:

llega al pie de las almenas

de la puerta prynçipal

e diz con voz tremebunda

que acogotádolos ha:

«¡Abrilde al rregyo enviado

del emir Fulan’ de Tal,

que so su recabdador

e vengo aquí a recabdar!

Diz’ que tomará las armas

e acudirá a os castigar

sy non pagáis, e, por ende,

los trybutos me pagad.»

Los moros, con sus discursos

harto contrytos están

e por una puerta chica

quieren fuir e escapar.

El godo Fredo se aposta

xunto a la puerta de atrás

e conforme van salyendo

a todos tryças los faz.

Al uno le da en el casco,

a otro en el ozipital,

al terçero en las naryzes,

al quarto en un paryetal,

al quinto dale en las bruçes,

al sesto en el costyllar,

al sétimo en el cogote,

al otavo da en la faz,

al noveno da en la xeta

e, al número dieç, igual.

Desta forma, uno por uno,

todos dyñádola han

e el godo Fredo assí ha dado

más glorya a la Cristiandat.

 

No hay comentarios: