Contesto a las preguntas de José-Miguel Vila

 


¿ES GRACIOSO QUIEN QUIERE O QUIEN PUEDE?

No basta con querer, porque el humor no procede de una inspiración, sino que se basa en el dominio de unos recursos literarios complejos que hay que conocer bien. El humor es una ciencia, en el sentido de que hay que saber dosificar los elementos, saber qué nivel de profundidad se puede usar en cada escrito y cómo combinar los procedimientos cómicos.

 

SIGUIENDO  EL  EJEMPLO DE TU ABUELO MATERNO, ¿QUÉ  EPITAFIO TE GUSTARÍA QUE  PRESIDIESE TU TUMBA?

«Hizo reír.»

 

LOS IMPUESTOS  —POR EJEMPLO, DE MARÍA  JESÚS MONTERO—, ¿CON HUMOR  DUELEN MENOS?

Los impuestos —con la muerte— son lo único de los que se tiene certeza en esta vida. Así es que lamentarse por ello son ganas de sufrir. Para ser feliz, hay que tomarse todo con humor, no solo los impuestos.

 

SI  CON  SENTIDO DEL HUMOR  SE VIVE MEJOR, ¿A QUÉ CREES QUE OBEDECE  QUE  EL HUMOR  SEA UN BIEN CADA VEZ MÁS ESCASO?

Hay varias razones. El humor apela a la inteligencia —el bruto no ríe— y está demostrado que cada vez somos más tontos y que dominamos menos el arte de la adaptación. Además, las pretensiones de vivir cada vez mejor en «estados del bienestar» nos hacen crear expectativas desmedidas y cuando no estamos todo lo bien que quisiéramos estar, nos enfadamos y, con enfado, no es posible el humor. Por añadidura, hay una tendencia literaria dirigida a la exaltación de lo dramático.

 

¿ES VERDAD  ESO DE QUE  EL GRACIOSO NO CUENTA CHISTES, LOS INVENTA?

Quien inventa un chiste hace algo muy meritorio, pues ya están casi todos inventados. En el libro Sobremesa y alivio de caminantes, del siglo XVI, se recogen cientos de chistes medievales y renacentistas, y esos son los que, modificados, nos seguimos contando unos a otros. Por otra parte, en la literatura lo que vale es la invención. Contar chistes de otros es como seguir las modas: un signo de la propia incapacidad para funcionar individual e independientemente.

 

¿HAY ALGUNA RELACIÓN ENTRE EL HUMOR Y EL AMOR?

Según Jardiel, las cosas importantes de este mundo se escriben con hache (el humor, la humanidad, el honor, los hijos...), pero amor no la tiene, por lo que no es tan importante. El enamorado resulta ridículo a los ojos de los demás y hace tonterías. Así es que el amor puede ser grotesco y, por ende, cómico. Pero quizá haya algún vínculo secreto, porque muchas mujeres, cuando se les pregunta por qué se enamoraron de tal o cual señor, contestan: «Es que me hacía reír».

 

¿POR QUÉ  EL HUMOR  NO  CONSTITUYE  DE UNA VEZ  UNA ESCUELA FILOSÓFICA COMO DIOS MANDA?

Los filósofos no le han dado importante y han tratado el humor de forma fragmentaria. Las teorías del humor las han desarrollado filósofos menos destacados (Voltaire, Schopenhauer, Bergson), mientras que los más pedantes y supuestamente importantes (Kant, Hegel, Heidegger) lo han despreciado olímpicamente. Tiene aún que venir una mente privilegiada que se ocupe del tema.

 

SEGURO QUE  SI UN DÍA LLEGAS A PRESIDENTE DEL GOBIERNO, TU PRIMERA   ORDEN SERÁ  UNA MEDIDA DE GRACIA

Si yo me postulara para un puesto en el gobierno, mi primera promesa electoral sería mi propósito de dimitir a los cinco minutos de ser nombrado. El arte no se puede legislar. Cuanto menos interfieran los gobiernos, mejor. Lo único que tienen que hacer los gobiernos es poner el dinero para que los museos no se conviertan en salas de bingo y procurar que la cultura entre en las televisiones, que es en definitiva lo que el público ve. Sí obligaría a estas a que emitieran teatro y cine, como un bien de primera necesidad.

 

¿QUÉ LIBRO  HUMORÍSTICO  ACONSEJARÍAS  A NUESTROS POLÍTICOS  QUE NO FALTASE NUNCA EN SU MESITA DE NOCHE?

No recomendaría ninguno, porque sería inútil. Por cómo manejan la cosa pública, es obvio que nuestros políticos no leen nada en absoluto.

 

¿QUIÉN CREES  QUE SE TOMA LA VIDA  CON MÁS HUMOR, EL HOMBRE O LA MUJER?

El humorismo —y que me perdonen las féminas—  suele ser masculino. Ellas se toman la vida más en serio y quizá está bien que lo hagan. Son más prácticas que los hombres, tiene más los pies en la tierra y no se dejan arrastrar tanto de fantasías. Y en lo literario, prefieren leer lo dramático e incluso escribirlo. Ha habido muchas grandes escritoras dramáticas, pero poquísimas cómicas.

 

SI TE VIESES SOLO EN EL MUNDO, ¿NO PARARÍAS DE LLORAR O DE REIR?

No haría ni una cosa ni otra. Me centraría en sobrevivir, desechando emociones. Lloraría un rato, claro, por la ausencia de mis seres queridos, pero luego pasaría a otra cosa.

 

¿QUÉ  SIENTES  CUANDO TE ENCUENTRAS CON ALGUIEN QUE ES INCAPAZ DE REÍRSE DE SÍ MISMO?

Siento lástima, porque quien no puede reconocer sus propios defectos y aceptarlos es un fatuo con una opinión excesivamente buena de sí mismo. Ese tipo de personas, sinceramente, no me interesa. Así es que, como ya digo, sentiría lástima, pero no mucha, porque la gente sería puede llegar a ser muy peligrosa.

 

¿QUÉ PIENSAN, NO LOS  POETAS ANDALUCES, SINO LOS HUMORISTAS ESPAÑOLES DE AHORA…?

Como los poetas andaluces, los pocos humoristas verdaderos de ahora piensan (y piensan acertadamente) que están solos, pues se hayan rodeados de famosillos televisivos supuestamente graciosos, sin ninguna preparación literaria ni actoral, que se figuran que pueden hacer humor solo con dice palabrotas, con dragqueenizarse, siendo gordos, poniendo caras raras o apelando a cualquier otro recurso facilón y manido. En un supuesto programa televisivo de humor emitido recientemente en el que se encerraba a diez humoristas españoles durante unas horas para que se hicieran reír unos a otros, uno de ellos se untó la mano de Nocilla, hizo creer a los demás que eran sus propios excrementos y les embadurnó la cara. Este es nuestro nivel de humor actual. Al final del programa, se tiraron tartas a la cara en la mejor tradición (ya creía que ya superada) de las películas de Jaimito. El ganador del concurso de humoristas fue un personajillo que no es humorista, un señor que, aparte de pintarse las uñas de colores y hacer ostentación extrema de su homosexualidad, no se sabe que sepa hacer nada más ni haya hecho nunca nada más en esta vida.

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