Neologismos facilitos



Propongo la difusión de unas palabras tan imprescindibles que no entiendo cómo nos hemos pasado sin ellas hasta ahora

    Dicen que el castellano es un idioma muy rico. ¡Que va! Faltan muchas palabras para muchos conceptos.

    Aseguran que en árabe hay cientos de vocablos para significar «amor». Y en sánscrito ya, ¡ni te cuento! Existen términos para expresar:

— tristeza;

— tristeza por la ausencia de la amada;

— tristeza por la ausencia de la amada desde hace varias semanas;

— tristeza por la ausencia de la amada desde hace varias semanas porque nos ha abandonado para siempre;

— tristeza por la ausencia de la amada desde hace varias semanas porque nos ha abandonado para siempre para largarse con un amigo nuestro;

— tristeza por la ausencia de la amada desde hace varias semanas porque nos ha abandonado para siempre para largarse con un amigo nuestro alto y rubio; y

— tristeza por la ausencia de la amada desde hace varias semanas porque nos ha abandonado para siempre para largarse con un amigo nuestro alto y rubio y que, además, nos debe dinero.

    Todos esos matices existen en sánscrito.

    ¡Eso es un idioma y lo demás son gaitas!

    En vista de lo cual, y para evitar que el castellano siga haciendo un ridículo mayúsculo en la familia de las lenguas indo-europeas, voy a ir creando unos cuantos neologismos para paliar esa pobreza congénita de nuestro idioma.

    Se me han ocurrido los siguientes. A ver qué les parecen a ustedes:

    ELVISOLOGÍA. Una ciencia que sigue siendo muy popular.

    ICTIOLECTO. Porque se ha constatado que los peces hablan.

    HERVÍFOBO. Todos los niños odian las verduras y esto debe tener su vocablo.

    TALASONAUTA. Más bonito que ‘marinero’, ¿no?

    ZAFONIANO. Dícese de los seguidores y admiradores de Ruiz Zafón. ¡Ya son ganas, pero hay gente para todo!

    BOSNIA-HERTZEGOVINESCO. Un gentilicio que estaba ya haciendo mucha falta.

    MUCÓFAGO. Cuando estamos solos. (¡Qué gorrinada!)

    ANTROPOFILIA. Bonito término para la ‘gayez’ erudita.

    OVALGIA. Palabra útil para cuando nos dan un pelotazo jugando al fútbol.

    GINEOCRACIA. El gobierno de las mujeres, como en Lisístratra, de Aristófanes, pero total.

    ESTULTÓMETRO. Para medir a nuestros semejantes y saber a qué atenernos.

    MELOPATÍA. ¡El heavy metal!

    AUTOONFALOVISIÓN. «Mirarse el ombligo», en culto.

    NECRÓGRAFO. Esos que fotografían a los muertos en las series de policías.

    ESFINTEROMANCIA. (Renunciamos a describir cómo funciona este arte adivinatorio.)

    TUBERCULOADIPÓFAGO. Para designar a los alemanes, por ejemplo.

    GEÓFILO. Los de «Greenpeace».

    CUATRICICLETA. Para que no se caigan los niños que aprenden a montar.

    ESTULTOCRACIA. ¿Para qué poner ejemplos, verdad?

    NICTATHLÓN. Palabra que define el salir de marcha por la noche y andar mucho.

    CONTRACTOCULOFÍLICO. Que le gusta guiñar el ojo.

    MULTICIDA. Un asesino al que le cunde.

    NULIVALENTE. Esas personas que no sirven para nada.

    ANALEFATO. Todos aquellos que no saben escribir en árabe.

    MARICULTOR. No piensen nada feo. Se trata de una persona dedicada a la crianza de animales marinos con fines comerciales.

    ORTHOTERMOOVOLOGÍA. Vocablo utilísimo que designa al arte de que te salgan bien los huevos fritos.

(QUERIDOS LECTORES: SI QUIEREN PONER AQUÍ SUS PROPIAS ESTOLIDECES, LAS IREMOS PUBLICITANDO, A VER SI HAY SUERTE Y LLEGAN A LA ACADEMIA.)

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