Cuando la literalidad nos invade y nos tomamos las cosas al pie de la letra comenzamos a no entender absolutamente nada del mundo que nos rodea.
Pongo como ejemplo una serie de anuncios clasificados de periódicos, tomados de la vida misma, que me han dejado bastante preocupado y que deconstruiré en beneficio de mis caros lectores.
Rubia angelical. 160 pechos reales.
Digo yo que, si tiene tantos pechos, no serán todos suyos. Luego añade: «Recibo solita». ¡No me extraña nada! Con tantos pechos en la casa, puede que no quepamos ella y yo; mucho menos habrá sitio para otra gachí. Y todo por no poner un punto donde es debido.
Ángel. Atlético. Vicioso.
¿Y a mí qué me importa si es atlético o madridista? La verdad es que los tíos no me van mucho, pero ante una urgencia preferiría que fuera guapo simplemente.
Española. 35 años. Ama de casa. No profesional.
¿Es un ama de casa amateur? ¿Qué ha querido decir con esto? Si se refiere a que las amas de casa no pueden darse de alta como autónomas, entonces tiene razón.
¡Supernovedad! Consoladores, dúplex, griego.
El procedimiento lingüístico de la enumeración con términos separados por comas implica que todas las cosas son de la misma clase: en este caso, cosas poseídas. La chica tiene un dúplex, tiene consoladores y tiene también un griego. Esto acaba de disuadirme, porque no me parece bien pagar yo para que el griego se divierta también.
Isabella. Jovencísima. Cuerpo de baile.
Si no quiero que se meta por medio un solo griego, ¡mucho menos me apetecerá acostarme con todos los bailarines de un espectáculo!
Alba. Masajes. Precios razonables. De 15 a 22 horas.
Yo no sé si aguantaría tantas horas de masaje, por muy barato que resulte.
Marta. Madurita. Rellenita. ¡Un cañón!
Aquí de seguro que ha habido una errata.
Sofía. ¡Gran dotación!
¿Es una chica o un barco?, me pregunto
Peluquera busca sexo.
Sin comentarios.
Glamour. Atendido por complacientes señoritas.
¿Ven? Esto es a lo que se le llama tener estilo.
Japonesas orientales. Laborables.
Está bien especificar, porque con las japonesas de Logroño (lo sé por experiencia) no disfrutas lo mismo.
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