Chuchos de cine

 

 


          No estaría de más dedicar este articulillo de nada (total: tiene 997 palabras y 4.544 letras, que se leen enseguida) a los perros de carne y hueso que salen en las películas.

          No vamos a destripar los argumentos, sino únicamente dedicarles un recuerdo, como se hace con los actores de dos patas. Por no conocerlos por sus nombres reales, tendremos que mencionarlos por los del personaje que popularizaron (aunque a veces el mismo papel lo interpretaron sucesivamente varios canes, pero eso no es de extrañar: con James Bond pasó lo mismo y nadie se ha quejado todavía).

          Rin Tin Tin apareció en treinta películas de los años veinte y en ciento setenta episodios de una serie televisiva de los años sesenta. Vamos, que se forró. Gracias a él aprendimos lo que era el 7º Regimiento de Caballería y quien mandaba más, si un sargento, un cabo o un teniente.

          Totó no solo salía en El mago de Oz, sino que salía volando con el tornado, si mal no recordamos. Su principal ocupación era que la huerfanita Dorothy no se aburriera.

          Lassie era una perra peluda que volvía a su casa desde algún sitio (en la primera película; en las siguientes hacía otras cosas). Varios perros machos interpretaron a este personaje y no se notó nada: nadie se dio cuenta, lo que es una lección magistral de actuación.

          Benji era un perro callejero que vivía de okupa en una casa abandonada. Luego allí llegaban niños, les secuestraban, el perro los salvaba y la historia se acababa. La película, que llevaba su nombre, gustó mucho a los niños en su tiempo (1974), casi tanto como Un gato del F.B.I. El film se ha remakeado recientemente, en el 2018.

          Jerry Lee (más conocido como K9) era un perro policía mucho más listo que su compañero humano (¡dónde va a parar!), al que le hacía la vida imposible. Aparecía en una película de 1989 titulada Superagente K9. Se dedicaba a oler drogas en horario laboral.

               Beethoven salía en una cinta de 1992 llamada Beethoven, como él, cuya banda sonora estaba totalmente compuesta por piezas de Mozart (No haremos ningún comentario sarcástico sobre la cultura general de los estadounidenses, aunque bien podríamos). Era la típica historia del señor que no quiere perro, lo acepta por sus hijos, sufre las molestias y al final le acaba cogiendo cariño. En las ocho secuelas, el perro se enamora y tiene cuatro cachorros, encuentra un tesoro, sale de excursión, se convierte en una estrella de cine, etc.

          Rex (de Rex, un policía diferente, 1994, Kommissar Rex en la versión original) era un pastor alemán y austríaco, lo que parece una imposibilidad, pero no lo es. Salía en una serie que ha durado treinta años, lo que ha ocasionado un desgaste obvio en el perro. Afortunadamente, los pastores alemanes se parecen mucho unos a otros.

Verdell (de Mejor... imposible, 1994) era un perro con muy mala suerte, porque a su amo le daban una paliza que lo baldaban y él tenía que quedarse con un vecino que padecía un trastorno impulsivo-compulsivo de esos que están hoy en día tan de moda.

Maya (y siete de sus compañeros) aparecen en Bajo cero (2006), una película preciosa y angustiosa en la que los miembros de una expedición científica en la Antártida se dejan abandonados a sus huskies siberianos, que se las ven y se las desean para sobrevivir a un montón de frío hasta que vuelven a por ellos en verano.

Rex no es el mismo Rex de antes, sino otro distinto: no nos hemos equivocado y vuelto a contarles lo mismo. Este perro está en un parque... en un parque de bomberos, donde corre muchas aventuras, después de caerse desde un avión en un camión de tomates y vivir otras peripecias parecidas. La cinta es Perro al rescate (2007) y nosotros no la hemos visto, pero nos la han contado con pelos y señales (más pelos que señales, por ser sobre un perro, claro está).

Hachiko, perro con nombre de estornudo, fue un animal real, entendiéndose por ‘real’ que era verdadero, no que fuera antirrepublicano. La película se estrenó en 2009 con el cursi título de Siempre a tu lado, Hachiko, lo que resultaba confuso, pues parecía que era el amo el que no se separaba del perro, cuando en realidad era al revés: el amo tomaba el tren y el otro se esperaba en la estación a que volviese, porque era un perro rentista que no tenía que trabajar de ocho a cinco.

Marmaduke dio título a un film de 2010. Era un gran danés kansino (de Kansas) que se mudaba con sus amos a California, donde hay muchas palmeras y estrellas de cine. La película es mala como ella sola, pero la incluimos aquí porque, ¡quién sabe!, a lo mejor a ustedes les gusta.

Fantasma es el perro que aparece en la serie «Juego de tronos» (2011), aunque no es un fantasma. (Hay, para compensar, un personaje: «Perro», que tampoco es un perro.) Fantasma acompaña a Jon Nieve (y otras veces es Jon quien le acompaña a él). Tiene el pelo rojo y los ojos blancos (bueno, al revés), y es muy listo, pues un perro tonto está muy bien para una comedia, pero en una serie dramática chafaría todo el efecto.

Bailey es un perro al que los humanos le hacen mil perrerías y que va muriendo y reencarnándose en sucesivos perros mientras reflexiona sobre su perra vida. La película se titula La razón de estar contigo (2017). Hay una segunda parte en la que el perro sigue transmigrando y transmigrando y transmigrando, amagando con la amenaza de más continuaciones en el futuro.

          (Faltan muchos perros, lo sabemos, pero no se puede tener todo en esta vida.)

 

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