La Cenicienta

 

La Cenicienta (La Cenerentola, 1817)

Gioachino Rossini

 

Se trata de una versión de la historia tradicional del cuento de La cenicienta, con algunos cambios. La malvada madrastra queda sustituida por un canalla padrastro, don Magnífico. El hada madrina es aquí Alidoro, un filósofo con barba que trabaja de tutor. A la cenicienta no se la descubre por su zapato de cristal, sino por un brazalete. Las dos hermanas feas, Clorinda y Tisbe, son guapas. Si a esto le añadimos que el príncipe Ramiro no baila y que no hay ratones, se comprenderá que esta versión deje mucho que desear.

Angelina, la cenicienta, va al baile gracias a que su tutor es también modisto en sus ratos libres (era su sueño secreto) y le hace un vestido espléndido de organdí. Sin embargo, ella no tiene prisa por salir de palacio por ninguna campanada, sino que simplemente abandona el baile cuando empiezan a dolerle los pies.

En fin, que ¡menos mal que la música es bonita, porque el asunto defrauda bastante!