Ensalada de galletas

 


 

Ingredientes habituales para seis personas (o para cinco, si una de ella come por dos)

 

          300 gramos de galletas «María»

 

          —un calabacín pequeño (está claro que es pequeño si es calabacín, pues si fuera grande sería ya calabaza)

 

          —dos pimientos rojo y verdes (o uno de cada color, que serán más fáciles de encontrar)

 

          —una cebolla redonda

 

          —100 gramos de setas

 

          —200 gramos de gambas de río

 

          una cucharada de oliva de aceite

 

          —un ramal de albahaca

 

          —sal

 

 

 

Modo de perpetración

 

          Pon a hervir un recipiente que tenga fondo lleno de agua y una cucharada de sal. Si consigues que hierva el recipiente, dedícate a la magia. Si lo que te hierve es el agua, añade las galletas y déjalas cocer durante unos veinte minutos de reloj digital o treinta de un reloj de manecillas.

 

          Provisto de unos mitones para no mancharte, pela las gambas, trocea los pimientos en dados y el calabacín y las setas en fichas de dominó.

 

          Lava las hojas de albahaca y diles alguna cosa mosqueante, para que se piquen.

 

          Ablanda la cebolla bien pochándola o bien a golpes con el rodillo de amasar. Luego trocéala como mandan Dios y la Santa Madre Iglesia, con una cuchara de aceite de oliva. (Ya sé que trocear una cebolla con una cuchara es algo lento, pero la receta es así).

 

          Cuando esté blanda (la cebolla, no la S.M.I.), incorpora el calabacín si sigue tumbado. Añade las setas y suma los pimientos.

 

          Ahógalo todo durante cinco minutos y luego vuelve a ahogarlo (o rehógalo) durante otros cinco.

 

          Después añade las gambas y sal a pacer. (No es insulto. No es que te esté llamando rumiante con cornamenta. Es que falta una letra. Debe decir «sal a placer»; vamos: que le eches toda la sal que te apetezca.)

 

          Recuerda que debes cocinar primero las gambas impares y luego, las pares. No te olvides de esto.

 

          Saltéalo todo durante tres minutos más. Lava lo que quede de las galletas en agua fría, escúrrelas y viértelas en una fuente honda. Mézclalas bien con el salteado.

 

          Si te gustan los sabores dulces, puedes añadirle cabello de ángel, junto con las gambas. Es un plato original y barato, tal como están las cosas.

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