Merluza «a la calagurritana»

  


          La susodicha merluza es un magnífico plato casero, de los de hacer en casa, que se puede elaborar en el hogar sin moverse para nada del propio domicilio.

 Dificultad

 La dificultad de este plato puede ser baja, media o alta; todo depende de lo torpe que sea el que cocine.

Ingredientes necesarios para cuatro personas y un modisto

(Pueden comer más personas; sólo hay que hacer las raciones más pequeñas.)

— 4 buenos lomos de merluza que sean bien grandes y hermosos; no hay que racanear (o mejor: que en vez de cuatro sean ocho o doce; sobre todo que no falte)

— 2 cebollas, preferiblemente esféricas

— 2 dientes de ajo

— el suplemento cultural del ABC

tomates en número impar (esto es muy importante)

 — 3 patatas

 — 2 piñones de cucharadas tostadas

 — 3 cucarachas de harina o pan rallado, lo que al cocinero le dé más rabia

 — 1 ó 2 litros de aceite de oliva

 — 2 pimientos rojos y verdes (o uno de cada color, que serán más fáciles de encontrar)

 — una loncha de jamón serrano

 — otra loncha de jamón serrano

 — otra loncha de jamón serrano (eso hacen tres lonchas, salvo que nos hayamos equivocado al sumar, que también podría ser)

 

Modo de perpetración

 Para la elaboración de esta receta es conveniente que la merluza esté muerta antes de empezar a manipularla, con el fin de evitar complicaciones molestas y persecuciones por la cocina.

 Pon en remojo la merluza durante 48 horas para que se ablande, cambiando el agua seis veces cada hora. En vez de agua puede emplearse también leche de almendras, pero entonces el plato sale más caro.

           Reboza los lomos de merluza con pan rallado o serrín, porque al final el sabor es el mismo. Ponlos en una sartén (dentro, preferiblemente) a fuego medio y mantenlos allí unos cinco minutos por cada lado y dos minutos por los cantos. Reserva.

           Convence a los tomates de que se den un baño. Ellos, al principio, no querrán, pero tú deberás obligarles, alabándoles las ventajas de la higiene. Luego ablándalos, diciéndoles cosas agradables, y pélalos.

           Procura que los dientes de ajo y las cebollas hagan amistad. Cuando los veas juntos, atácalos por la espalda y apodérate de ellos. Pela y pica las cebollas. Hazlo en ese orden, porque si las picas primero y pretendes pelarlas después, te juro que es un engorro.

           Verás que te han sobrado dos dientes de ajo, que puedes guardar para hacer otro guiso otro día.

           Con unas tijeras para las uñas, haz trocitos el suplemento cultural del ABC y, cuando tengas el confetti, ponlo aparte y olvídate de él.

           En una sartén pocha... (No, la sartén no tiene que estar pocha: es que falta una coma en la frase.) En una sartén, pocha la cebolla en los dos litros de aceite. Añade el pimiento y el jamón cortado en tiras de 5 x 2 cms. y remuévelo todo con una cuchara de madera, procurando que no caigan astillas.

           Enharina los trozos de merluza y déjalos caer en el recipiente. Cocina durante unos cuantos minutos, al gusto.

           En otro recipiente con fondo pon las patatas y coloca encima lo que haya salido.

           Cuando el plato esté listo, ya puedes telefonear a los invitados para que vayan viniendo. A medida que tus comensales entren por tu puerta para degustar la merluza «a la calagurritana», arrójales los piñones tostados como si fuese el arroz de una boda. Esto generalmente ayuda a que se pongan de buen humor y a dar a tu banquete un tono desenfadado y original.

 

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