(HACE AÑOS ESCRIBÍ UNA HISTORIA DISPARATADA QUE HOY EN DÍA, LAMENTABLEMENTE, SE HA HECHO REALIDAD, EN UN MOMENTO EN EL QUE EL ARTE SE VE COARTADO POR LA MÁS ESTÚPIDA DE LAS CENSURAS.)
(Relación de la vista del Comité Especial de Actividades
Antiestadounidenses, presidido por John Parnell Thomas, celebrado el 27 de
septiembre de 1947. Trascripción del interrogatorio por el taquígrafo oficial,
Henry Gallard Yardiel.)
Mr. Thomas: Buenos días, señores. Vamos a comenzar.
¿Funcionan los micrófonos?
Técnico de sonido: Sí, señor Thomas.
Mr. Thomas: Señor Disney, ¿se encuentra cómodo?
¿Necesita algo?
Mr. Disney:
Todo está bien, gracias.
Mr. Thomas: Procederemos, entonces. El motivo de la
reunión de este comité senatorial es efectuar una revisión...
Mr. Yardiel:
¿Puede usted hablar más alto? El servicio de taquigrafía tiene dificultades.
Mr. Thomas: Desde luego. Continúo. Hemos de efectuar
una revisión sobre algunos aspectos planteados en su película, señor Disney. El
primero de ellos me ha sido indicado por el Comité Americano contra la
Inmoralidad Pública. ¿Qué tiene usted que decir del hecho de que en su largometraje
Dumbo, de 1941, el personaje
protagonista es hijo de un elefante sin pareja?
Mr. Disney:
¿Perdón?
Mr. Thomas: ¿Niega usted el hecho, palmario en su
obra, de que la elefanta que recibe a Dumbo del pico de la cigüeña, es una
elefanta soltera?
Mr. Disney:
Así es, en efecto. No lo niego.
Mr. Thomas: Estamos pues, Mr. Disney, ante un caso
claro de inmoralidad civil. Tener hijos fuera del matrimonio, aunque no es un
delito, mina los fundamentos morales de nuestra sociedad. La película va
dirigida particularmente a los niños, ¿no es así?
Mr. Disney:
Lo es. Pero no veo cómo puede ser esto elemento de enjuiciamiento por el Comité
de Actividades Antiestadounidenses...
Mr. Thomas: No compartimos su opinión. Además, hay
otros puntos conflictivos en su film
sobre los que desearíamos su opinión.
Mr. Disney: Adelante, Mr. Thomas.
Mr. Thomas: Queremos indicar que el personaje
protagonista infringe repetidas veces la ley en el transcurso de la película.
Eso es nocivo. Fomenta en el espectador la rebeldía y la conducta antisocial.
En suma, está usted formando a malos ciudadanos.
Mr. Disney:
¿Qué transgrede leyes?
Mr. Thomas: En repetidas ocasiones, Mr. Disney. Lo
tengo aquí apuntado. Cuando su madre se encuentra encerrada en el carromato,
por su conducta violenta, Dumbo se acerca a verla entre los barrotes...
Mr. Disney:
Es una de las secuencias más tiernas de la película, Mr. Thomas. Muchos
críticos coinciden en ello.
Mr. Thomas: Señor Disney: hay un cartel que indica
claramente «Elefanta loca. Prohibido acercarse.» Dumbo no respeta esa
prohibición.
Mr. Disney:
¡Es un bebé, que quiere ver a su madre que está encerrada!
Mr. Thomas: Es igual. Eso no justifica que no respete
la ley. Luego, en otra secuencia, Dumbo se emborracha.
Mr. Disney:
Es por accidente: se baña en una tina en la que ha caído una botella de
champán.
Mr. Thomas: El caso es que disfruta, señor Disney. ¿Se
da usted cuenta del ejemplo que esto supone para nuestra juventud? La Liga de
Mujeres Abstemias de Illinois ha mandado su protesta a este comité.
Mr. Disney:
Bueno, ¿qué más?
Mr. Thomas: Una bandada de cuervos, evidentemente
individuos de color, ayuda a Dumbo, dándole una pluma mágica que le permite
volar. Estos personajes aparecen como mucho más simpáticos y amables que, por
ejemplo, los payasos blancos del circo. Esto puede entenderse como un trato de
favor a la comunidad de color del país. Este comité vería con tristeza que,
debido a este tratamiento racial, alguna asociación de defensa de los blancos
atentara contra su vida, señor Disney, pero seríamos incapaces de protegerle.
Mr. Disney:
¿Quiere decirme que el Ku Klux Klan está enfadado conmigo porque pinto a los
cuervos de negro? ¿De qué color quieren que pinte a los cuervos?
Mr. Thomas: Eso no nos compete a nosotros decirlo,
señor Disney. Es obvio, además, que tales cuervos son individuos marginados en
la sociedad que usted presenta. Luego su exaltación transmite mensajes que
pueden hacerle a usted sospechoso de simpatías con el comunismo. ¿Qué me dice a
eso, señor Disney?
Mr. Disney:
Tal como enfocan ustedes el asunto, creo que es mejor que no diga absolutamente
nada.
Mr. Thomas: Es una actitud muy acertada. Aunque esto
no es un tribunal, cualquier cosa que dijera hoy podría ser empleada más tarde
contra usted.
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