La antiliteratura

 


 

Para todos aquellos que quieran escribir y no sepan qué, enseñamos aquí el resultón procedimiento creativo de la desmitificación, fácilmente efectuado mediante el sencillo sistema de poner las cosas patas abajo

          Este recurso literario de la inversión (no me refiero a sellos, sino a darle la vuelta a las cosas) hace muy bonito y produce argumentos antipódicos y personajes invertidos (tampoco quería decirlo así, es que hoy estoy poco hábil en mi expresión).

          He aquí unos cuantos ejemplos de la antiliteratura que propongo:

 

La Ilíada

Helena dice que Paris es un poco gay y muy amigo de las túnicas malva, por lo que no se va con él ni loca. Paris regresa a Troya y Menelao le persigue igualmente, porque la causa de la guerra es el control de las rutas marítimas. Los griegos asedian la ciudad durante diez años, pero las murallas son indestructibles. Ulises construye un caballo, pero se olvida de los respiraderos. Los soldados que se meten dentro se asfixian todos y en Troya, para celebrarlo, montan una macrofiesta que tiembla el Egeo.

 

La metamorfosis

Un escarabajo se despierta por la mañana y se encuentra con que se ha convertido misteriosamente en un hombre. Su familia —mamá escarabajo, sus escarabajinis y su hermana, la escarabaja solterona— se lo toman bastante bien y le preparan un desayuno suculento. El problema es que no es sólo hombre, sino también viajante de comercio y ha de efectuar un número mínimo de ventas a la semana. Como no lo consigue, le despiden y el hombre-escarabajo se tiene que apuntar al paro.

 

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

Hay un hidalgo castellano que se aficiona a leer libros de caballerías. Lee tan deprisa que se le acaban todos los que tiene y, como las bibliotecas públicas que te prestan libros por un mes aún no se han inventado, el pobre se aburre un horror. Así es que organiza en su pueblo un torneo del llamado juego «del hombre», una versión renacentista de la canasta. El cura y el barbero se dan también buena maña con las cartas, por lo que al poco están los tres viajando por toda La Mancha, ganando campeonatos regionales, bebiendo vino, comiendo variedad de tortillas de patatas de esas tan gordas que hacen allí y pasándolo en grande.

 

La dama de las camelias

Un petimetre francés se enamora de una cortesana elegante: Margarita Gautier. Ella abandona la prostitución, ambos se casan y con los ahorros de la prójima montan en París un fumadero de opio al que acude lo mejor de la buena sociedad. Pasa el tiempo, tienen descendencia y, cuando años después la pareja muere, los hijos se pelean por la herencia en un pleito que dura la mar de tiempo.

 

Romeo y Julieta

Hay dos familias muy amigas que deciden casar a sus hijos para así tener pretexto para seguir merendando los unos en la casa de los otros. El problema es que los chicos se odian desde niños y la boda resulta un desastre. Romeo se va a otra ciudad, abandonando el lecho conyugal, y se echa una amante diez años más vieja que él. Julieta, por su parte, se dedica a la religión y pronto la vemos amojamada y sufriendo del hígado.

 

Los tres mosqueteros

Resulta que la reina de Francia es fiel a su marido y no le gustan los ingleses, porque tiene muchas deudas. Richelieu, por su parte, rige el reino con total honestidad, porque es un hombre muy santo. Los tres mosqueteros y D’artagnan no tienen nada que hacer y se dedican a tomar la sopa boba y a vivir del Estado, como funcionarios que son.

 

La vida es sueño

Un astrólogo le dice a un rey que su hijo será muy violento y le matará. El rey decide cortar por lo sano y se carga a su hijo en la cuna, asfixiándole con una almohada que estaba ya vieja y había que tirarla de todas maneras. Luego reina tranquilamente hasta los cien años, por lo que le da tiempo de sobra para anexionarse varios reinos vecinos. Además, consigue que le hagan un retrato de cuerpo entero en el que sale bastante favorecido.

 

El caballero de Olmedo

Una sombra misteriosa avisa a un caballero de que si va a Medina a ver a una dama, será asesinado en el camino. El caballero decide no salir de Olmedo en toda su vida, se involucra sentimentalmente con un amigo suyo, cuyo nombre no hace al caso, y la presunta novia y los matadores se quedan esperando hasta la madrugada. Éstos últimos, además, se resfrían, porque hace una noche de perros.

 

Moby Dick

Un capitán de navío, Acab, debe mucho dinero en todos los puertos y por eso se inventa que tiene que perseguir a la ballena Moby Dick, con la que está muy enfadado, para estar siempre embarcado. No paga nunca a nadie. Finalmente consigue dar caza al animal y luego transporta los barriles de aceite al puerto de El Havre, donde se saca una pasta.

 

La vuelta al mundo en ochenta días

Un inglés excéntrico y aburrido planea dar la vuelta al mundo para ganar una apuesta. Sale de Londres en compañía de su criado, Picaporte, y nunca más se vuelve a saber de ellos.

 

Hamlet, principe de Dinamarca

El fantasma del padre de Hamlet se le aparece a su hijo en una noche brumosa y éste cae fulminado de un infarto, debido a la impresión. Los guardias le afean su conducta al fantasma que, arrepentido, promete solemnemente no volverse a aparecer a nadie nunca más.

 

Fuenteovejuna

Un comendador lascivo y maloliente viola a una doncella en el pueblo de Fuenteovejuna y el pueblo, como es costumbre, se aguanta sin decir «Esta boca es mía».

 

 

 

 

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