Para presentar un libro me fui una vez a Jerez de la Frontera y, como me sobraron horas, me la pateé enterita. La ciudad me encantó y no pude resistirme a escribirle unos versitos, parándome en todas las esquinas a tomar apuntes de lo que se me iba ocurriendo
Si no pué í de visita
a Jeré de la Frontera
porque tié ocupasione
o porque te da peresa,
tú no te apure, shiquiyo,
porque aquí en ehte poema
que te brindo, generoso,
yo te la dehcribo entera
y tú te ahorra er paseo
y no tié que subí cuehta.
É una siudá presiosa
que ehtá má ar sú que Lérida,
má ar norte que Marraké,
má ar oehte que Venesia,
má ar ehte que Nueva Yo
y como a un tiro de piedra
der Puerto y Cái, siempre y cuando
la tire con musha fuersa.
É má grande que Lebrija
y otro pueblo de ayí serca
como Arco o Puerto Reá,
aunque un poco má pequeña
que la pampa de Argentina,
la ehtepa de Siberia,
er desierto der Nefú
o la serva brasileña.
Tié un porrón de monumento
que son der año ‘e la pera,
romano y vesigótico,
de Ar-Ándalu y der Rena-
simiento; lo hay de toa clase.
Se hayan murtitú de iglesia,
que en la Edá Media devota
la jasían por dosena.
La catedrá é mu grandísima
y ehtá hesha con musha piedra
y eso é porque, ar paresé,
se cohtruyó en una época
en que no había hormigó
y no se usaban loseta.
Tié una puerta en un cohtao
y que é por donde se entra
con un carté en donde pone:
«Treasure-Pinacoteca»,
que debe de sé un muehtrario
de pino de Cái y Güerva
y que se pué visitá
por la cantidá modehta
de uno sei euro, que son
má o meno mir peseta.
¿Qué ví a desí der Arcása?
Que para darle la güerta,
de tan grande como é,
tarda lo meno hora y media.
Otro sitio de interé
en Jeré é la Reá Ehcuela
der Arte Ecuehtre, un lugá
ande hay cabayo y yegua
(porque, si no, lo cabayo
se morirían de pena).
En ehte lugá curioso
hay sien ehperto que enseñan
a lo cabayo a corré,
a sartá, a jasé pirueta,
a í marsha atrá, a reyená
la declarasión de Hasienda,
a resolvé ecuasione
y a tocá la pandereta.
Luego hay bahtante museo
p’al que visitahlo quiera:
de reloje, der motó,
de la mié y de la abeja,
der jeré y der enganshe,
der vino y de la etiqueta
y si entavía sobra tiempo
pué visitá la bodega,
que la gente jeresana
tuvieron la gran idea
de ponehla ayí mihmo
pá tené er vino serca.
Y ayí tiene ar Tío Pepe,
al Fundadó, al Maehtro Sierra,
al Sandemá, ar Dió Baco,
ar Domé y otra cuarenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario