Mi más reciente propuesta a la Real Academia de la Lengua: ‘mascachapas’,
una palabra imprescindible.
(La estructura de esta propuesta sigue
un modelo fijo, que es el que exige la docta entidad. Han de facilitarse los
datos etimológicos, aducir razones para su inclusión e insertar fragmentos de
autores que ya empleen el término.)
INSTANCIA
Excmo.
Sr. Secretario de la Real Academia Española
Felipe
IV, 4, 29071 Madrid
Estimado
señor:
Le incluyo una palabra propuesta para
su discusión y eventual inclusión en el léxico oficial de la RAE.
Palabra
propuesta: MASCACHAPAS
(Del latín ‘masticare’, «masticar», y del fr. ‘chappe’, «chapa») s.m. 1.- «Persona que
mastica chapas. 2.- Por extensión, persona que pierde el tiempo miserablemente.
Tiene también el sentido de sinvergüenza que, sin embargo, nos cae simpático.»
Se han consultado, entre otras, las
siguientes fuentes, en las que no aparece registrado el término propuesto:
—Real Academia Española: Diccionario de la lengua
española, Espasa-Calpe, 2001.
—CREA (Corpus de referencia del español actual)
—CORDE (Corpus diacrónico del español)
—Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos: Diccionario
del español actual, Aguilar, 1999.
—Karlos Arguiñano: 1069 recetas, Debate, Madrid,
1996.
—Joan Corominas: Diccionario crítico etimológico de la
lengua castellana, Gredos, 1976.
—Lisa Sussman: Los 350 mejores trucos de sexo,
Everest, Madrid, 2003.
—Sebastián (¿o es Gerardo?) de Covarrubias: Tesoro de la
lengua castellana o española, Castalia, 1995.
I. Razones para su inclusión:
1. Está recogido el uso de
MASCAVIDRIOS. Adj. «Persona muy aficionada a la bebida» (Martín Alonso: Enciclopedia
del idioma, vol. II, Aguilar, Madrid, 1958, pág. 2735).
2. Debería existir, por tanto, otro
adjetivo para el que masca otras cosas.
3. Existe un vocablo semejante en
lengua italiana: MASCALZONNE («el que masca calzones») (Salvatore Battaglia: Grande
dizionario della lingua italiana, Unione Tipografico-editrice Torinese,
Turín, 1962).
II. Autoridades encontradas
1. «Vi algunos soldados, pero pocos;
que por la otra senda infinitos iban en hileras ordenadas honradamente
triunfando: pero los pocos que nos cupieron acá eran todos unos mascachapas que si, como habían
extendido el nombre de Dios jurando, lo hubieran hecho peleando, fueran
famosos.» Francisco de Quevedo: Los sueños, pág. 33.
2. «Para Laín, la amistad consiste en
una relación amorosa entre dos personas; con otras palabras, buena voluntad,
palabras animadoras, actos benéficos y confianza: o sea, no ser mascachapas los unos con los otros.»
Otis B.
Orringer: «Pedro Laín Entralgo: educador, humanista, hombre», en http://adigital.puntic.mec.es/tronchon/lain/ponencia.htm.
3. «Grindalaya hacía gran duelo, y
decía a la mujer de Arcalaús y a las dueñas que estaban con ella:
—¡Ay mis señoras! ¿No veis qué hermosura de caballero y en
qué tierna edad era ya uno de los mejores caballeros del mundo? ¡Malhaya sean
los mascachapas que saben de
encantamientos que tanto daño pueden hacer.» Garci-Ordóñez de Montalvo: Amadís
de Gaula, pág. 57.
4. «Caminaba Teófilo cuesta abajo,
automáticamente, como lo haría cualquier mascachapas;
su espíritu descendía también; se apartaba de la claridad consciente; se diluía
en una especie de niebla letárgica.» Ramón Pérez de Ayala: Troteras y
danzaderas, pág. 118.
5. «Es
el hospicio, el viejo hospicio provinciano,
el caserón ruinoso lleno de mugre en capas
en donde los vencejos anidan en verano
y son entre las cumbres alados mascachapas.»
Antonio Machado: Campos de Castilla,
pág. 48.
Por todas estas causas, solicito que
el término propuesto sea presentado ante la comisión evaluadora, para lograr
así una efectiva mejora en nuestra lengua.
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