Decían nuestras bisabuelas (¡atención, lectoras!) que el secreto de la turgencia de los pechos de las reales hembras hispanas se debía a frotismos continuados con aceite de oliva. Cuando ellas se cansaban de cuidarse, pedían a sus parejas que les ayudaran en la tarea.
Esta deliciosa a la vez que útil actividad cayó en desuso más o menos por la época de las primeras vanguardias, pero ahora, solapadamente, algunas empresas fabricantes de productos cosméticos la han recuperado con fines crematísticos. Sólo que enmascaran su hallazgo con tecnicismos pseudo-científicos que paso a denunciar a continuación.
Existe, por ejemplo, un producto que se llama nuvo dermo, lo que nos hace sospechar que alguien no ha leído las pruebas de imprenta de la etiqueta y que se les ha caído una letra. El subtítulo es syndet sobreengrasante.
El análisis lingüístico ignora el ‘syndet’ por desconocido pero objeta al ‘sobreengreasante’. Un producto puede ser engrasante. Sobreengrasante sugiere:
1) Engrasar algo ya engrasado de antemano (lo que no tiene sentido hacer); o bien
2) Engrasar demasiado (lo que no es conveniente).
Prosigamos.
Añade la etiqueta que está destinado para pieles «secas, sensibles y reactivas». Pase lo de secas. Por lo que yo sé, todas las pieles son sensibles, salvo que seas un rinoceronte entrado en años. Si lo dudas, aplícate un mechero encendido a cualquier parte íntima de tu cuerpo (puedes elegir) y compruébalo tú mismo. En cuanto a que las pieles sean reactivas, no deja de ser conveniente. Una piel que no reacciona sólo puede ser síntoma de que llevas ya muerto algunas horas.
En general avisa que es un tratamiento de «higiene relipidante e hidratante». Lo de «relipidante» le hubiera encantado a Góngora, que estaba siempre inventado cultismos. Me imagino un soneto que empezara:
El trueno, con fragor, relipidante
agua no, fuego sí, cristal jovoso,
límpido mar do Júpiter lïoso
úmbridas glosas cincha, coruscante.
Pero la descripción de propiedades es aún más sobrecogedora. Cito literalmente. Lean:
Nuvo Dermo es un syndet sobreengrasante que aporta componentes lipídicos de alta afinidad (15%). Por su poder emoliente, relipidante y nutritivo ayuda a reconstituir el manto hidrolipídico alterado, favoreciendo un alto grado de humectación epidérmica.
Confieso que lo de la «humectación» me ha llega al alma. Además, el producto parece ser genial, porque entre sus componentes eudérmicos incluye el polidocanol, que debe de ser la pera, por no hablar del ácido hialurónico cuyas propiedades nadie ignora.
Al final, se indica en letra más pequeña que de lo que realmente está hecha la crema es de aceite de oliva. Pero me parece que esto es un detalle sin importancia, porque a fin de cuentas, de lo que se trata es de frotar.
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